jueves, 16 de febrero de 2012

kissme, como si fuera correcto.


Sabía que no era correcto, que seguir haciendo esto era una locura y una total falta de cuidado de mi parte. Después de todo lo que me había echo pasar no tenía derecho a estar dandole una segunda oportunidad. Diría que arruino todo un año de mi vida, y que ahora volvía como si con eso no le hubiera bastado porque seamos sinceros: un año es un tiempo considerable. Pero no importaba, porque cada vez que lo veía volvía ser él. Cada vez que lo veía todo eso que pudo haber echo no importaba. Y si hablamos de ser sinceros la verdad es que fue estupendo ese año quie derroche con él. Quizá pudo haber tenido otro final, un poco más feliz quizás. No importa, el tema era ahora; este momento en el cual lo tenía enfrente mio. Yo acababa de llegar y ahora se suponia que debía saludarlo. Por lo que me acerque a él sonriendo, intentando que se viera lo más real posible y para mi asombro no me costo demasiado. Verlo a los ojos me fue suficiente para que mis labios sonrieran, mis ojos brillaran, y mi corazón diera un vuelco. Asique deposite un beso en su mejilla muy cautelosamente, mientras el hacía lo mismo conmigo. Colocó una de sus manos sobre mis hombros, atrayendome un poco más hacía él, haciendo algo más de presión sobre mi mejilla derecha. Suavemente, dejo caer su mano cuesta abajo por mi brazo hasta trabarse en mi mano. Entonces algo en mi interior hizo «click» y mi corazón dejo de latir. Nos separamos unos centimetros y nos penetramos con la mirada. Era como si en el encuentro de nuestros ojos naciera el amor. Sonreí, timidamente y me sentí complacida al ver que él me devolvía la sonrisa.
Algo en mi me decía que me fuera, que me largara de allí en ese presiso momento pero mis piernas no respondían. Entonces, coloco su otra mano libre en mi otra mejilla, acarisiandola tiernamente. Luego, volviendo a hacercarme un poco más hacía él, hizo presión sobre mis labios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario